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¿Por qué sigo usando Office de Microsoft y no Google Docs?

Es simple. La fuerza de la costumbre como punto principal. Aunque debo aceptar que en enero, con eso del año nuevo, dije “adiós al Office,...

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Es simple. La fuerza de la costumbre como punto principal. Aunque debo aceptar que en enero, con eso del año nuevo, dije “adiós al Office, debo poder hacer todo lo que necesito con alguna otra solución”. He usado –o intentado usar- la opción de Apple: Pages, Numbers, Keynote, pero nomás no me siento “en casa”. Creo que son aplicaciones muy poderosas, pero no para mi.

Entonces, ¿Google Docs? Probemos. Por qué no. La idea o el concepto de “la nube” para documentos no es nueva y, de hecho, en unocero usamos esa plataforma para algunas cosas puntuales y nos funciona de maravilla. Pero en términos generales, para el día con día, no. Veamos por qué.

Durante el tiempo que paso en la oficina, como muchos, me imagino, me dedico a producir cierto número de documentos: textos de dos o tres páginas, hojas de cálculo simples y una que otra presentación. Para los documentos de texto, cotizaciones, digamos, te piden algo nuevo y de inmediato piensas “mmm, ¿qué tengo hecho parecido?”. Entonces le buscas en tus carpetas y dependiendo qué tan organizado eres, lo encontrarás en un minuto.

Partiendo de ese punto, que el 90% de los documentos que hago “nuevos” nacen de la modificación de otros, es entonces donde la filosofía de Google Docs no me funciona. ¿Por qué? Pongamos un ejemplo. Acabo de abrir una hoja de Excel con unos números. Quiero sacar una impresión para distribuir una copia en papel a ciertas personas. Doble clic en el nombre del archivo, lo tengo en pantalla, le modifico márgenes y demás para “que quepa” en una hoja y listo. Mando a imprimir. Cierro Excel y “no quiero guardar los cambios”. Listo. A lo que sigue.

Es aquí donde Google Docs no piensa como yo y al estar siempre en “la nube” constantemente está guardando los cambios ¡ohhh, pero si yo no quería guardar nada! También con documentos de texto, a partir de una versión anterior quieres modificar algo y crear una nueva, con el típico nombre “-Revision1” o lo que sea. Pero pues no. Es así como comenzó mi desilusión con esta propuesta de parte del gigante de Internet. De hecho las primeras veces me “di de topes” para poder entender qué estaba pasando “si nunca le dije que grabara, por qué ya me guardó los cambios” …

Decidí buscar si había alguna forma de “desactivar” esto y no encontré nada. De hecho es lógico que siempre esté guardando todo ya que la conexión a Internet se puede interrumpir en cualquier momento y se perdería el trabajo hasta el momento (es como cuando antes no había laptops con batería, solo “compus” y no tenías no-break, ¡pum! cuando fallaba la luz, todo perdido).

Entonces, ¿cómo hacerle con Google Docs? Ah, primero, antes que nada, una solución sería “Hacer una copia…” y abrir ese documento, es decir, la copia. Pero la verdad, requiere mucha disciplina y luego estar borrando lo que no se usó.

En fin. Lo que sí siempre uso en Google Sheets son algunas hojas de cálculo con listados de contactos y algunas referencias. Pero estas son sólo mis experiencias, a nivel usuario individual. Estoy casi seguro que en otros ámbitos y situaciones debe funcionar mejor.

¿Nos platicas?

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