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Cuando el futuro nos alcance

En la tecnología parece que las novedades se dan cada vez más rápido. Por ejemplo, por mucho tiempo se dijo que el poder de cómputo...

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En la tecnología parece que las novedades se dan cada vez más rápido. Por ejemplo, por mucho tiempo se dijo que el poder de cómputo se duplicaba cada dos años y se mencionaba esto como la Ley de Moore, formulada por el co-fundador de Intel, Gordon E. Moore, la cual se ha constatado que así ocurre en general. Sin embargo en 1975 modificó su propia ley e indicó que se estaba creciendo (en cantidad de transistores en los chips), en términos exponenciales y por ende, la capacidad de procesamiento, de los circuitos integrados se duplicaría cada 18 meses. Hoy parece ser que habría que repensar la conjetura de Moore, el cual ha dicho incluso que su ley tiene fecha de caducidad, la cual dejará de cumplirse dentro de 10 o 15 años, -desde el 2007- aseguró.

Y esto viene a cuento porque no solamente en cantidad de transistores crece cada día más por centímetro cuadrado, sino que en otros ámbitos pasa lo mismo, por ejemplo, en lo que se refiere a almacenamiento. Pensemos hace 30 o 20 años. hablar de computadoras con gigabytes de almacenamiento resultaba prácticamente imposible de pensar, y quien osara sugerir esa posibilidad, probablemente terminaría indicando que aunque fuese posible, sería excesivamente costoso. Pues bien, el futuro parece que nos ha alcanzado y las predicciones del costo del almacenamiento en computo parece reducirse día con día. Hoy podemos pensar en tener discos duros de un terabyte y no nos asombramos ya por eso. Y no creo que pasen demasiados años para que tengamos un primer disco de un petabyte, es decir, 1000 terabytes. Y si creen que exagero, nomás acuérdense de que así pensábamos con los terabytes y miren, ya son cotidianos, casi.

Y vayamos a hablar de los discos compactos. En los CDs tradicionales, podíamos guardar unos 700 MBytes, lo cual nos parecían enormes cantidades de bytes para almacenar. Pero estos, poco a poco, con el tiempo, se volvieron insuficientes. Vino entonces la tecnología del DVD, que permite guardar en uno de esos discos algo así como 5 GBytes. Y el términos de espacio físico, un DVD tiene el mismo tamaño de un CD y casi multiplica por 7 su capacidad de almacenamiento.

Pero eso de nuevo se quedó corto: ahora tenemos tarjetas SD y microSD que pueden almacenar 2, 4, 8 y más GBytes y ocupan incluso mucho menor espacio que los propios DVDs. Las unidades de almacenamiento USB pueden ahora llegar a 32 GBytes por un precio relativamente módico. Y se sigue trabajando en ello. Ya hay discos duros de estado sólido que pueden guardar 64 GBytes y más, lo cual poco a poco pareciera pretender desplazar a los discos duros mecánicos, cosa que pienso, eventualmente pasará.  Todo esto parece ser el avance natural y nos acostumbramos rápido a ello.

Por lo tanto, no sería de extrañarse que poco a poco, eventualmente, las tiendas que venden discos de música terminen por no vender más CDs ni DVDs. Lo más probable es que con el tiempo, y con el abaratamiento de estas tecnologías, los discos de música pasen a desaparecer, mejor dicho, a ser sustituidos por unidades de almacenamiento USB.

Y si no me creen, la imagen que ilustra este artículo es el USB que se vendió en SIGGRAPH 2013 (una Conferencia Internacional dedicada a gráficas de computadora), por unos 100 dólares. ¿El disco? Ya no hay, no existe, repito: es un USB. Pienso que el medio CD y DVD terminará cediendo el paso a la memoria USB y quizás mi predicción ya es un hecho, lo cual no pareciese para sorprenderse. Pero, usted, lector/lectora binarios, ¿qué piensan?

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